martes, 29 de noviembre de 2011

MARCO TEÓRICO








LA CULTURA Y LA CIBERCULTURA

El desarrollo de la crítica cultural está comenzando una tercera fase: la inclusión del comentario acerca de productos de la cibercultura. Con esos productos, DVD, CD- ROM, videojuegos o webs, la clasificación de las críticas por el soporte resulta inadecuada por la aparición de los multimedia. Los comentarios críticos se desplazan a las secciones de tecnología y no la sección cultural. Todavía son escasos estas críticas en los medios excepto en las revistas especializadas.

La aparición de la cibercultura no solo ha modificado el nuevo entorno social sino también los productos culturales y los hábitos de consumo de los mismos. Con la telemática y las redes de comunicación se han visto incrementados los soportes de obras culturales como el libro o el periódico digital, pero también se han transformado el mundo de la creación artística o los procesos de difusión cultural. De ese modo, la oferta de consumo cultural incluye nuevo formato de edición digital de música, pintura o cine; creaciones para el entretenimiento en una sociedad con alto componente lúdico-videojuegos-; interrelación entre los soportes anteriores para crear ciberarte e incluso nuevos espacios entre la ficción y la realidad como los mundos virtuales.
 
Es, de nuevo, una renovación del concepto de cultura y de su definición, tal y como señala Luisa Santamaría y María de Jesús Casals: “La cultura de masas lleva también consigo la noción de utilidad. Es lógico suponer que la recepción masiva de cultura ha convulsionado todos los conceptos y nociones que históricamente estaban presentes para definir la cultura y la validez de los productos culturales. Podría decirse que aún no se ha salido de la perplejidad general a la hora de establecer un acuerdo entre lo que se considera cultura y subcultura”.[1] 

Además la sociedad de masas ha hecho emigrar parte del interés periodístico desde la obra de arte hasta el producto del consumo cultural: “Las obras de arte devienen en objetos culturales, bienes que se pueden adquirir y que circulan y compiten en el mercado que controlan las industrias culturales” (Abril 1999: 183). “Así, cada vez se incrementa más el interés por tener referencias sobre las obras culturales”, como afirman Armañanzas y Díaz Noci (1996) porque aumenta no sólo la oferta sino el tiempo de ocio que, muy a menudo, se llena con el consumo de productos culturales.

Por ello, tal y como ocurriera cuando se incorporaron las pertenecientes a la llamada “cultura de masas”, en estos momentos se debería contemplar la posibilidad de ampliar el espectro de críticas culturales.

Así, la crítica periodística entendida como el juicio sobre las cualidades y los valores de una obra de creación (Armañanzas y Díaz Noci, 1996:144), del mismo modo que se intereso por la incorporación de los nuevos medios como la radio o la televisión, debería contemplar los nuevos productos. Se puede decir, por eso, que el entorno de Internet una nueva fase en la evolución de la crítica cultural puesto que los productos de la cibercultura introducen elementos culturales a los que no puede renunciar ese género periodístico si pretende llegar a orientar a los lectores, tal y como ha sido contemplada tradicionalmente su función original (Martín Vivaldi 1986).

NUEVAS TECNOLOGÍAS DE LA COMUNICACIÓN

Internet es una plataforma que brinda diversidad de servicios, información al instante y un medio de comunicación que rompe con las fronteras geográficas. La red, como también se le conoce, es un medio que por su capacidad y evolución constante provoca cuestionamientos sobre el futuro de la profesión periodística y los cambios en los medios tradicionales. Desafiando las nociones establecidas durante el siglo pasado, expertos en tecnologías y tendencias de las comunicaciones afirman que en la actualidad cualquiera con una computadora o dispositivo móvil con acceso a internet puede llamarse periodista.

A inicios del siglo XXI surge una nueva forma de hacer periodismo, con características que responden a la inmediatez, la omnipresencia, el acceso global a la información y nuevas características multimedia denominado periodismo digital. Este tipo de periodismo se vale de servicios en Internet y nuevas herramientas de comunicación para informar de manera inmediata, con actualizaciones las 24 horas al día, los 7 días a la semana y con servicios de suscripciones en diferentes dispositivos móviles.

Entre 1993 y 1995, un gran número de empresas editoras de prensa diaria, en su mayoría estadounidenses, decidieron aventurarse a la publicación de información en la plataforma de Internet  y en otras redes digitales (Compuserve, America Online, Compulink Information Exchange) creando primitivos sitios web que proporcionaban información general. El primer sitio web proveedor de información fue el diario estadounidense The Chicago Tribune a través de América Online (AOL). De esta forma muchos diarios se sumaron a la nueva plataforma digital.

En la era de la información más cambios se avecinan y surgen un reto para los periodistas y comunicadores de la información. Se enfrentan a nuevas tecnologías de comunicación y un receptor diferente. Los perfiles del periodista evolucionan a uno más técnico en el uso de los medios en internet, mientras que en Guatemala los medios dan sus primero pasos hacia las nuevas tecnologías, las instituciones educativas evalúan la importancia de estas nuevas tendencia de la comunicación periodística, una mira hacia el futuro apunta a la desaparición de los medios impresos evolucionando a una plataforma digital de convergencia.

5.3.3.  LAS REDES SOCIALES


Las redes sociales, según Orihuela (2008), son “servicios basados en la web que permiten a sus usuarios relacionarse, compartir información, coordinar acciones y en general, mantenerse en contacto”.  Dans (2008) señala que incluso existe una equivocada aplicación del término de redes sociales, ya que en este caso se tratan más de servicios de redes sociales.  Orihuela y Salaverría señala que la red con estas nuevas herramientas de comunicación.

Estos nuevos servicios se disponen como fuertes de canales de comunicación e interacción, que permiten a los usuarios actuar ya sea en grupo o individual, en actividades de  entretenimiento o comunicación,  siendo que uno de los principales objetivos de la red social, puesto que alcanza en el momento en el que sus miembros utilizan el medio online para convocar actos y acciones que tengan efectos en el mundo. En los últimos tiempos, los servicios de redes sociales han experimentado gran auge entre el público o la audiencia, puesto que los canales televisivos implementan estas herramientas para la ampliación y masificación de noticias. Cabe resaltar que las redes sociales permiten interactuar con el medio en el cual es transmitido el acontecimiento. Para los medios masivos de comunicación, los servicios que le ofrecen las redes sociales aportan un amplio abanico de oportunidades de comunicación, así como el intercambio de todo tipo de información.


[1] Santamaría, L. y Casals, M.J. (2000:324).

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